La arquitectura se recorre

Recorrido

El recorrido en nuestra disciplina tiene que ver con la forma en que se percibe un espacio dentro de cualquier obra o edificación; relacionada a la vez como cuya edificación nos invita inconscientemente a explorar sus componentes, sus tenciones y sus puntos de inflexión.
Un edificio bien diseñado generara un recorrido que mostrara las componentes más interesantes y las enlazara con el contexto otorgado elegido por el arquitecto.









Ahora me gustaría dejarles una breve reseña de lo que nos dice Le Corbusier sobre una arquitectura que se camina. 

La arquitectura se camina, se recorre...

Extracto que hace mención al concepto de "recorrido"
La arquitectura se camina, se recorre y no es de manera alguna, como ciertas enseñanzas, esa ilusión totalmente gráfica organizada alrededor de un punto central abstracto que pretende ser hombre, un hombre quimérico munido de un ojo de mosca y cuya visión sería simultáneamente circular. Este hombre no existe, y es por esta confusión que el período clásico estimuló el naufragio de la arquitectura. Nuestro hombre está, por el contrario, munido de dos ojos colocados ante él, a 1,60 metros por encima del suelo y mirando hacia adelante. Realidad de nuestra biología, suficiente para condenar tantos planes que ruedan alrededor de un eje abusivo. Munido de sus dos ojos y mirando hacia adelante, nuestro hombre camina, se desplaza, se ocupa de sus quehaceres, registrando así el desarrollo de los hechos arquitectónicos aparecidos uno a continuación del otro. Él siente resentimiento por la emoción, fruto de sucesivas conmociones. Tan bien, que durante la prueba las arquitecturas se clasifican en muertas y vivas, según si la regla de recorrido haya sido observada o no, o que al contrario ella sea explotada brillantemente.
Fuente:  Le Corbusier, Mensaje a los Estudiantes de Arquitectura, trad. Nina de Kalada (Buenos Aires: Ediciones Infinito, 1961), 32.


Umbrales 

para comenzar a definir o hablar sobre la concepción de umbral para los arquitectos, comenzare diciendo que el umbral va más allá del traspaso de una puerta del interior al exterior de una obra o como se miraba en la arquitectura del antiguo Egipto con estructuras adinteladas.
Para esto me basare en la consolidada arquitectura japonesa y el empleo de los torii en sus templos sintoístas como umbrales y elementos simbólicos.

“El sintoísmo es la religión nativa de Japón y básicamente es una religión animista: las piedras, la lluvia, todo tiene alma. Incluye la adoración a estos “kami” o espíritus de la naturaleza y por esta razón la naturaleza es un tema siempre presente en estas edificaciones configurando gran parte de los espacios exteriores del recinto del templo.
los templos sintoístas se caracterizan por ser lugares totalmente abiertos a la ciudad. Básicamente se trata de un espacio exterior a modo de jardín con un pequeño santuario o altar a la deidad.
El acceso al templo se identifica fácilmente gracias a una puerta llamada “torii” formada por dos vigas verticales y dos horizontales. Es aquí donde es sin duda más claro el concepto de umbral. Los “torii”, que a su vez están flanqueados por dos estatuas simbólicas (representadas por una bestia mezcla de león y perro) indican que al traspasarlos se ingresa en un lugar sagrado. Éstos se sitúan en ocasiones a varios metros e incluso kilómetros del templo y son en sí una senda de acceso que en ocasiones suponen un recorrido que se inicia en la ciudad y termina en la montaña donde se ubica el templo real.
Los “torii” también pueden comunicar directamente con el recinto del templo siendo el espacio exterior o jardín el lugar al que accedemos en primera instancia con una fuente con agua a la entrada donde acuden los fieles a limpiarse las manos y enjuagarse la boca antes de realizar una ofrenda.
Cabe hacer mención que durante las épocas de festividades (ferias, fin de año, etc.) son áreas donde se sitúan numerosos puestos de comida y “souvenirs” y funcionan a modo de prolongación de la calle y del espacio público. Los jardines son por tanto elementos versátiles y multifuncionales que se establecen como partes intermedias entre la ciudad y el templo; espacios de contacto y transferencia. Una vez más se manifiesta el carácter abierto de estas edificaciones que en ocasiones albergan actividades de diferente índole a la religiosa.”

Fuente:  Juan Ferre, Un vistazo a la arquitectura tradicional japonesa (umbrales y recorridos). 5 de mayo 2011.







Comentarios

Entradas más populares de este blog

Minuto De Lumiére

Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes